¿Por qué tenemos que estudiar esto?
Cuando mi profesor de matemáticas nos respondió a mis compañeros y a mí de aquel primer año, la importancia de estudiar materias tan dificultosas, nos respondió como fue definido en algún momento Thales de Mileto, quien fue un hombre que “trató de conocer la verdad del mundo mediante explicaciones racionales”.
Imagine, lector, este profesor nos dejó con más dudas que certezas. Éramos adolescentes, de trece años, que solo pudimos quedarnos con la boca cerrada (o abierta, según el caso) y sin saber a ciencia cierta si nos respondieron una pregunta o nos hablaron con signos tan complicados como los que veíamos en el pizarrón. Quien es este que ante una pregunta tan simple nos responde con dichos acerca de un hombre que era la primera vez que escuchábamos su nombre.
En este primer párrafo se han dicho tantas cosas que creo que no alcanzarían libros de 1000 páginas para poder desmenuzar todo lo que aquí se encierra. Solo te propongo ver algunas pinceladas para reflexionar juntos.
Jóvenes que se concentran en un establecimiento para adquirir los conocimientos para el desarrollo profesional y humanísticos para lograr la formación académica y técnica para desplegar la profesión y el buen convivir en la sociedad. Ser hombres de bien para construir una sociedad pujante.
Estos jóvenes le preguntan al profesor, casi con una irreverencia que roza el interrogatorio de un juzgado de “notables”, cuál era la importancia de estos contenidos. Es interesante pensar qué hizo que estos jóvenes llegaran a esto. Tal vez hoy en día sea muy común que los alumnos demanden a los profesores, pero en 1986, esto era una “jugada demasiado audaz”. Más allá del tiempo en que nos encontremos, ya que semejante auditorio realice esta pregunta, habla de una curiosidad que surge del primer contacto con la materia de estudio y más aún con su dificultad. Y de ahí nace el hecho de la interpelación.
El profesor, mirando a los jóvenes, pensó, como respondo a esta situación que de por si nadie habría pensado que sucedería. Tal vez en los últimos años, alguna asignatura especifica de una carrera central, pero ¿en los primeros años? Bueno, se dijo, respondamos con algo histórico (no sé si así lo pensó, pero así lo hizo).
Thales de Mileto, filósofo y físico (filósofo de la naturaleza, como así se llamaba una y otra asignatura) quien inspiró a muchos filósofos (Sócrates y sus discípulos Aristóteles y Platón), quien nos dio el teorema que lleva su nombre (y muchas ideas más) es presentado a estos jóvenes como un diamante escondido en el carbón, ávido de ser descubierto para brillar y hacer brillar a sus descubridores.
La idea misma de pensar lo que se ve más allá de los sentidos básicos (los 5 sentidos humanos), que se les proponía a estos estudiantes, puso a flor de piel todas las posibilidades de que contaban para el desarrollo de sus cualidades, virtudes y pensamientos. Aquí encontramos el primer gran desafío que tenemos los adultos responsables de la comunidad y la sociedad, especialmente los profesores y maestros, en ayudar a que los que se van desarrollando logren su cometido.
Conocer la verdad del mundo mediante explicaciones racionales, frase que resonó en los oídos de los estudiantes, y que los desafía a continuar. No todos la entendieron (y no sé si alguno la comprendió del todo) pero se les abrió un abanico de posibilidades solo con tener contacto con la misma. Conocer, saber, la verdad, como hacer y que es, del mundo, de lo que nos rodea, teniendo como medio explicaciones racionales, explicaciones fundadas. Que gran desafío, para chocarse y que muestra una complicación que pide del interesado más voluntad y trabajo que una simple mirada.
A primera vista podría entenderse que todo gira a partir de la razón y nada existe fuera de ella. Esta es una exageración a la importancia de la razón, pero como quien pone cimientos para una construcción, la razón es el desarrollador de lo que se quiere hacer. Usar razonamientos matemáticos y lógicos dan el rumbo de cómo hacer lo deseado. Y aquí aparece lo deseado, lo deseado es lo que queremos, es lograr hacer lo que nuestra voluntad quiere. Por eso decíamos que es exagerada la importancia de la razón, si solo centramos la vida en la razón. La razón da los medios de cómo hacer lo que deseamos y lo que soñamos.
Entonces por que estudiar (y también por que estudiar y conocer asignaturas que a primera vista tiene una complejidad mayor); porque queremos realizar lo que queremos, porque queremos llevar adelante nuestros sueños y poder proyectar, poder evaluar y tomar decisiones que nos lleven a lograr nuestro cometido.
Y poder hacer lo que queremos y soñamos, en definitiva, es desarrollar nuestra libertad. Cuanto más sabemos y logramos un sano desarrollo acompañado de una ética del bien común, es que podemos ir construyendo una sociedad mejor, con un futuro próspero para el individuo y para su comunidad
Regresando a esos alumnos que realizaron la pregunta, en el caminar de la vida, no todos pudieron terminar la escuela, no todos pudieron continuar con una especialidad y no todos lograron realizar grandes proyectos, pero si todos adquirieron un sentido crítico y un pensamiento lógico, logrando en mayor o menor medida el desarrollo de su libertad. Al cumplir lo que queremos y verlo realizado es que surge esa felicidad que hace que la vida pueda llevarse de una manera digna. Que aún en estado de mucha complicación e incierto, podemos seguir desarrollando ideas que podremos llevar a cabo aún, en esa situación.
En definitiva, Thales de Mileto hace más de 2500 años nos invita a estudiar para tener más herramientas, para lograr lo deseado, para lograr ser felices.
Profesor Gastón Baltasar Torrente
