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Crisis en la industria vitivinícola argentina debido a demoras en los pagos al exterior

La industria vitivinícola argentina atraviesa una situación crítica como consecuencia de las demoras en los pagos al exterior, según denuncian las empresas productoras de vino agrupadas en Bodegas de Argentina. En un comunicado emitido recientemente, la entidad expresó su preocupación y calificó la situación como alarmante, solicitando a las autoridades nacionales y provinciales que tomen medidas urgentes para resolver este problema.

La disminución de ventas y el impacto negativo en las relaciones comerciales con los clientes son las consecuencias directas de las demoras en los pagos al exterior. Estas demoras están afectando a toda la cadena de valor de la industria del vino, generando incertidumbre y dificultades económicas para las empresas vitivinícolas.

De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), las exportaciones de vinos fraccionados han disminuido en un 26,8%, mientras que los vinos a granel han experimentado una caída del 44,5%. En términos generales, esto representa una reducción del 31,7% en el volumen total de vinos despachados al exterior.

Durante los primeros cinco meses del año, Argentina ha exportado 81,8 millones de litros de vino, lo que se traduce en una disminución del 29% en comparación con el mismo período del año anterior. Esto significa que se han dejado de exportar aproximadamente 33,4 millones de litros de vino en comparación con el mismo período de 2022.

La falta de competitividad del tipo de cambio y los incrementos de costos en los componentes de los productos son las principales razones detrás de esta situación. Además del aumento del 150% en los costos interanuales, se suma el incremento del precio de las uvas en un 200% y 300% en comparación con la cosecha de 2022.

Ante esta crisis, las empresas vitivinícolas han presentado una serie de reclamos con el objetivo de revertir la situación. En primer lugar, solicitan la revisión y actualización del Plan de Incentivo a las Exportaciones (PIE), que originalmente estaba diseñado para brindar incentivos a las exportaciones en mejores condiciones cambiarias, incluyendo un dólar especial. Asimismo, piden que se incremente este tipo de cambio por encima de los $300 y que se establezca un monto que se actualice de acuerdo con el tipo de cambio oficial.

Además, se manifiestan en contra del programa de Precios Justos y solicitan que se elimine la obligatoriedad de acceso, argumentando que la oferta es exportable y los mercados son completamente diferentes.

Por último, las empresas consideran que es necesario extender el plazo para las operaciones comerciales. Según su experiencia, la lógica del negocio requiere alrededor de 45 días para despachar la mercadería solicitada por los clientes, a lo que se deben sumar otros 90 a 120 días para el cobro de las mismas. Esto significa que, desde el inicio hasta el final de la operación, el plazo puede llegar a ser de aproximadamente 160 días.

En resumen, la industria vitivinícola argentina se encuentra en una situación crítica debido a las demoras en los pagos al exterior, lo cual ha ocasionado una disminución significativa en las exportaciones. Las empresas del sector hacen un llamado a las autoridades competentes para que tomen medidas urgentes que permitan agilizar los pagos, actualicen los planes de incentivo a las exportaciones y establezcan condiciones más favorables para el desarrollo de la industria vitivinícola nacional.

 

 

 

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