Se derrumbo un Acantilado en Playa Danilo y de milagro no fue tragedia
Esta mañana, un tramo del acantilado en la zona norte de Mar del Plata experimentó un importante desprendimiento, amenazando con provocar una nueva tragedia. Afortunadamente, un hombre que disfrutaba el día en ese punto de la playa había dejado su lugar en la arena justo antes de que las rocas cayeran sobre sus pertenencias.
El derrumbe ocurrió minutos después de las 8 a.m., cuando ya se brindaba el servicio de guardavidas en la playa ubicada a la altura de Caseros, sobre Avenida Félix U. Camet. Tras el estruendo, los guardavidas acudieron al lugar y constataron que ninguna persona se encontraba afectada. Sin embargo, tuvieron que sacar de entre los restos una mochila que pertenecía a un hombre que minutos antes se había metido al mar para nadar.
Playa Danilo, en la zona norte, es uno de los lugares habilitados donde las olas directamente impactan sobre el acantilado, generando cuevas que aumentan el peligro de derrumbe. Los guardavidas demarcan diariamente con sogas y conos una distancia de precaución para evitar que las personas se acerquen a las zonas de mayor riesgo, y se distribuyen carteles de alerta como medidas de prevención.
En este caso, el derrumbe se produjo en la zona más cercana al sur, en el límite con Playa Sun Rider, donde a priori se correrían menos riesgos. El hombre afortunado se encontraba nadando en el mar cuando las rocas cayeron sobre el lugar donde minutos antes había dejado su mochila.
Joaquín, uno de los guardavidas, señaló posibles causas del desprendimiento, mencionando condiciones climáticas adversas, vibraciones del tráfico vehicular y maquinaria pesada en la playa cercana. A pesar de las advertencias y las medidas de seguridad, algunas personas eligen permanecer en ese sector, bajo el acantilado.
Afortunadamente, la rápida respuesta de los guardavidas evitó una tragedia mayor. No hubo víctimas ni personas heridas, y se logró retirar la mochila del hombre atrapada entre los escombros del derrumbe. La zona es conocida por su belleza, pero también por su peligrosidad, y se destaca la importancia de respetar las señalizaciones y recomendaciones de seguridad en acantilados y playas.