Columna de opinion

DesobedeSer: «Peatonal San Martín agarrado fuerte de tu mano»

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Tipos trajeados -de aquí para allá-

cayendo de sus celulares como hojitas secas.

Spidermans raquíticos al volante, del tren de la alegría.

Turistas montados en sus reposeras

 llenando el sol de moretones.

Ancianos sin más vida por delante

que filas interminables y una jubilación mínima.

Cadáveres de músicos callejeros 

flotando dentro de una gorra.

Laburantes demacrados, a la rastra,

 de sus esperanzas en serie.

Pobres pungueando otros pobres por una colilla. 

Vendedores ambulantes de medias agujereadas

atropellados por los bocinazos.

Feligreses de catedrales extintas

que predican el amor al prójimo

arrojándole miguitas.

Policías con sangre de flema

que apresan todo lo que sonríe.

Familias imantadas por el espíritu navideño

de sus tarjetas de crédito, 

que se chocan irritan perturban

hasta acabar reventadas como mosquitas

contra las ofertas de alguna vidriera.

Les juro:

El único rasgo creíble de humanidad que se divisa

es una piba

disfrazada de estatua.

Autor: Walter Stickar.