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Canasta básica: una familia necesitó $ 62.958 en abril para no ser pobre

Ese indicador determina la línea de pobreza en la Argentina. En el último año, la canasta total aumentó 47,8% y superó a la variación general de los precios, que fue del 46,3%. A fines de 2020 unas 19,5 millones de personas eran consideradas pobres.

La canasta básica total (CBT) aumentó en abril un 3,4%, según informó el Indec este martes, por lo que no superó la variación que tuvo ese mes la inflación, que fue de 4,1 por ciento. De esta manera, una familia compuesta por cuatro personas -dos de ellas, niños de 8 y 6 años- necesitó el mes pasado tener un ingreso de $62.958 para no ser considerada pobre.

Por su parte, la canasta básica alimentaria (CBA) tuvo ese mes un incremento de 3,9%, también por encima del índice general de precios y que estuvo influido principalmente por la persistencia en la suba de los alimentos de los últimos meses. El mes pasado, según el Indec, los valores de los bienes alimenticios y bebidas fue de 4,3%, es decir, que está por encima del ritmo de variación de los precios.

El incremento del último año fue de 47,8% para la canasta básica total y del 49,1% para la alimentaria, frente al incremento del 46,3% del IPC, según el Indec.

Los dos indicadores son decisivos para medir el impacto de la crisis económica en los indicadores sociales. Eso sucede porque la canasta básica -que además de alimentos incluye otros ítems del gasto como indumentaria, salud, transporte o educación- determina la denominada “línea de pobreza”. Es decir, los hogares con ingresos menores a la CBT son los que pasan a ser considerados pobres.

De la misma manera, la canasta alimentaria -que tiene un alcance limitado a bienes de primera necesidad- es la que configura la “línea de la indigencia”: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirir la CBA son indigentes.

La pandemia tuvo un efecto claro sobre los indicadores sociales. Hacia fines de 2020, el índice de pobreza alcanzó el 42% en la Argentina, por lo que 19,5 millones de personas quedaron bajo la línea de la pobreza, lo que implicó un aumento de casi siete puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2019. Por su parte, la indigencia se ubicó en el 10,5 por ciento, frente al 8 por ciento del mismo período del año previo.

De acuerdo a los datos del Indec, al finalizar el 2020 una familia pobre, en promedio, tenía un ingreso de $29.567 cuando la canasta básica total era de $50.854. De esa manera, los hogares pobres estaban unos $21.900 abajo de lo que necesitarían para no ser pobresUna familia indigente, por su parte, estuvo a $8.708 de distancia para poder cubrir la canasta alimentaria.

El efecto que tuvieron la crisis sanitaria y las medidas de aislamiento social fue diverso en las distintas regiones del país, aunque los principales afectados fueron los grandes centros urbanos. Sin ir más lejos, hacia fin de año el 51% de la población de los partidos del Gran Buenos Aires eran considerados pobres y un 15%, indigente.

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