La primera piedra…

a Iván Sili
«Hay gente que tiene que trabajar tanto para ganarse la vida
que no tiene tiempo de vivirla»
Charles Bukowski.
El concejal inclina su firma
en favor de quienes financian la campaña.
El devoto ayuna sus hormonas del libre albedrío
para que en el cielo le guarden las sobras.
El abogado, sucintamente, habla de justicia.
El periodista esculpe sus columnas con los ojos cerrados
para que la verdad no ahuyente la pauta publicitaria.
Mi vecina del octavo ligó las trompas de sus deseos
porque dice que el matrimonio sin amor
es para toda la vida.
El músico maquilla sus decibeles al flow del mercado
para avanzar tres casillas en el ranking.
El escritor pone en remojo su fuego sagrado
para que los editores no lo hagan un bollo.
El desocupado asegura en la entrevista:
disponibilidad horaria los 365 días del año 24 horas
para volver a no llegar a fin de mes de forma digna.
Yo respondo a mi jefe: “que sí”, “como diga”,
“está en lo cierto”, por no perder el trabajo.
Pero los hipócritas
cuando uno habla de prostituirse
creen que me refiero a los papelitos que les dejan
en el parabrisas del auto…
Autor: Walter Stickar.