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Fracasa audiencia entre gremios y cámaras pesqueras: El conflicto por salarios mantiene a la flota amarrada

pesca puerto
pesca puerto

La audiencia entre las cámaras empresarias y las representaciones gremios del sector pesquero, convocada en la Subsecretaría de Relaciones de Trabajo de la Nación, finalizó sin acuerdo, dejando el conflicto abierto y la flota pesquera paralizada. Las partes mantuvieron posturas inflexibles, sin que se vislumbrara, al menos en esta instancia, un margen para destrabar la situación que mantiene a los buques amarrados y a las tripulaciones sin posibilidad de navegar y trabajar.

Los sindicatos del sector, incluyendo SOMU, Simape, Asociación de Patrones y Capitanes de Pesca, Siconara, Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, y el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, calificaron la situación como un «lock out» patronal. Argumentan que la decisión de las empresas de no zarpar es una medida de fuerza para presionar por una disminución de los salarios de los trabajadores embarcados.

Por su parte, los directivos de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras, Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores (Capeca) y Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas explicaron su decisión de no operar, ratificando «la necesidad de readecuar el negocio de la pesca del langostino procesado a bordo, como única alternativa para retomar la actividad en condiciones económicamente viables para todos los involucrados». Recordaron que los costos laborales del personal embarcado «representan un 60% del costo total de producción» y señalaron que, a pesar de su «espíritu de total apertura al diálogo», exigen a los gremios una revisión de su rechazo a ajustes salariales.

La respuesta de los sindicatos fue contundente y unánime. El titular del Simape, Pablo Trueba, ratificó el rechazo a la rebaja salarial y aseguró que la solución al conflicto «no pasará por el bolsillo de los trabajadores». Los gremios desmintieron categóricamente que el personal embarcado represente el 60% del costo total de producción, calificando la afirmación de «temeridad e inverosimilitud». Además, dejaron en claro que «no existe ninguna posibilidad de modificación de los CCT (Convenios Colectivos de Trabajo) vigentes». La tensión marcó el cierre de la audiencia, sin fecha para una nueva reunión en lo inmediato, lo que augura la continuidad de la parálisis en el sector pesquero.

Los funcionarios a cargo de la audiencia instaron a las partes a mantener un canal de diálogo privado en un clima de paz social, buscando una solución a las problemáticas planteadas y solicitando información sobre el avance de las negociaciones. Trueba, con casi 38 años en la actividad, criticó la postura empresarial de «quejarse siempre» y no abordar otros costos operativos, esperando que «empresarios más identificados con la ciudad» busquen un acuerdo para reanudar la actividad.

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